
Operación Guacamaya Venezuela: Análisis y Previsiones Astrológicas
El pasado 6 de mayo de 2025 se llevó a cabo una operación que sorprendió a América Latina y al mundo: la llamada Operación Guacamaya, mediante la cual un grupo de líderes venezolanos, refugiados por más de un año en la embajada de Argentina en Caracas, fueron rescatados en un operativo sigiloso y exitoso. Este hecho, que tiene profundas implicancias políticas y humanitarias, marca un nuevo capítulo en la larga historia de lucha por la libertad en Venezuela.
Desde la mirada de la astrología mundial, este evento no es casual. Las configuraciones celestes del momento, así como las activaciones por atacires y tránsitos planetarios, revelan patrones que anuncian movimientos significativos en los temas de justicia, soberanía y liberación de estructuras represivas.
En este artículo, propongo un análisis astrológico detallado del momento del rescate, observando tanto el pasado (cómo se gestó este proceso), el presente (la fecha del operativo y su simbolismo celeste), como el futuro (lo que podría deparar el cielo para los presos políticos y la transformación de Venezuela).
Contenido:
Operación Guacamaya: Astrología Mundial del Rescate y la Libertad en Venezuela
En astrología mundial, la conjunción de Júpiter y Saturno marca ciclos históricos de gran relevancia, ya que cada 20 años inaugura una nueva etapa socio-política, económica y estructural en la historia colectiva de las naciones. La última de estas conjunciones se produjo el 21 de diciembre de 2020 en el signo de Acuario, signo asociado al progreso, la libertad, la tecnología y los movimientos sociales.
Este evento fue especialmente significativo porque no solo iniciaba un nuevo ciclo de 20 años (Lee más sobre esta conjunción también llamado Katún de Acuario), sino también una gran mutación del elemento Tierra al elemento Aire, lo que simboliza un tránsito desde sistemas rígidos y materiales hacia estructuras más mentales, colaborativas y descentralizadas.
En la carta de Venezuela, esta conjunción cayó exactamente en la Casa 7, la casa de la oposición política, los aliados y también de los enemigos declarados del gobierno. Esta posición sugiere que el proceso de transformación y eventual liberación del país estaría impulsado —o al menos catalizado— por actores externos al poder oficial, a través de acuerdos, confrontaciones o alianzas inesperadas.
Utilizar este reloj astrológico (el ciclo Júpiter-Saturno) nos permite seguir, año a año, cómo se despliega esa promesa de cambio, y observar con precisión cuándo y cómo ciertas estructuras viejas pueden colapsar para dar paso a nuevas formas de poder, más alineadas con la libertad, la justicia y la participación colectiva.
Vamos primero al pasado, a ver como estaba este reloj de Júpiter-Saturno cuando los opositores se refugiaron en la embajada el 20 de marzo de 2024, en medio de una ola de arrestos de cara a los comicios del 28 de julio.
Cabe destacar que todos los asilaron fueron colaboradores del comando de campaña electoral de la líder opositora María Corina Machado, que en principio eran seis, pero en noviembre de 2024 en vista que arreciaron los asedios contra los asilados y no les dejaban pasar electricidad, agua, comidas y medicina; en diciembre de 2024 uno de ellos, el exministro Fernando Martínez Mottola, se entregó a las autoridades y recibió libertad condicional. Murió el pasado 26 de febrero por problemas de salud.
EL PASADO: cómo se vio con el Atacir C-20
En marzo de 2024, se produjo una configuración astrológica de gran tensión que refleja con claridad el drama vivido por los líderes venezolanos refugiados en la embajada de Argentina en Caracas.
Plutón, planeta asociado al poder oculto, la coerción y las fuerzas de control extremo, se situó en la cúspide de la Casa 9, señalando un foco internacional de conflicto, especialmente en temas diplomáticos y legales. Es importante recordar que Plutón venía de la cúspide de la Casa 7, asociada a la oposición política, lo que refuerza la idea de que esta energía represiva estaba dirigida precisamente hacia los opositores asilados.
A su vez, Marte —planeta de la confrontación, el asedio y la violencia— se encontraba en la cúspide de la Casa 12, casa de las cárceles, el encierro y las situaciones ocultas o marginadas, haciendo una conjunción separativa al Nodo Norte en Géminis en la Casa 11, la casa de los aliados y las redes de apoyo.
Marte provenía de su domicilio en Aries en la Casa 10, lo cual acentúa su fuerza y agresividad, proyectada desde el poder institucional. Esta combinación astrológica revela un momento de máxima presión sobre los asilados: un asedio policial implacable, con cortes de agua, electricidad, medicamentos y alimentos, en un intento de debilitarlos física y psicológicamente.
El simbolismo planetario apunta a un uso excesivo del poder para castigar la disidencia y aislarla del apoyo colectivo, pero también prepara el terreno para una futura ruptura de ese cerco.

EL PRESENTE: El lenguaje celeste del 6 de mayo de 2025 con el Atacir C-20
En la carta del día del rescate, el 6 de mayo de 2025, se activa un entramado simbólico profundamente revelador. Desde la técnica de los atacires, observamos movimientos clave que parecen anunciar no solo una operación estratégica, sino un punto de inflexión en el destino político de Venezuela.

La Casa 11, el Nodo Norte en Géminis y llegada de la Luna por atacir
La Casa 11, en astrología mundial, representa a los grupos sociales organizados, las alianzas políticas, los planes colectivos de futuro y también, en muchas ocasiones, a los movimientos revolucionarios o reformistas. Es la casa de las esperanzas compartidas, pero también de las acciones coordinadas entre sectores que buscan un cambio estructural en el sistema.
La presencia del Nodo Norte en Géminis en esta casa, activado por atacir justo el día del rescate, habla de un llamado colectivo al cambio a través de la inteligencia, la estrategia y la comunicación. Géminis, signo de la red, el mensaje y la agilidad, se expresa aquí como una operación planificada con precisión quirúrgica, apoyada en una red de alianzas discretas. El Nodo Norte, como punto evolutivo, sugiere que esta acción no es solo un hecho puntual, sino un eslabón necesario en la dirección del destino colectivo venezolano.
La Luna, que por atacir viene de la Casa 9 (asociada a embajadas, relaciones internacionales y exilios), llega al Nodo Norte en la 11: aquí la imagen es poderosa. Se trata del tránsito simbólico de una energía emocional y humanitaria que viene del exterior —de lo diplomático, de lo extranjero— y desemboca en un acto colectivo que impulsa el futuro del país. La Luna, símbolo del pueblo, del cuidado y del resguardo, revela también la sensibilidad de la operación y su impacto sobre la opinión pública.
El Nodo Norte actúa en astrología mundial como una puerta de destino que se abre hacia el futuro, una llamada colectiva a seguir el camino de evolución. La Luna, por su parte, representa el sentir profundo del pueblo, sus emociones, necesidades y anhelos más íntimos. En este contexto, el simbolismo de las Guacamayas adquiere una resonancia especial.
Estas aves coloridas y majestuosas son un emblema muy querido por los venezolanos, no solo por su belleza, sino porque vuelan libremente sobre Caracas, posándose sin miedo en los balcones de los ciudadanos, incluso en medio del caos urbano.
Su presencia cotidiana es una metáfora viviente de la libertad natural, aquella que no puede ser contenida ni reprimida. Por eso, que la operación de rescate haya sido nombrada “Guacamaya” no es un detalle menor: conecta directamente con la esperanza del pueblo venezolano de volver a vivir en dignidad, sin encierros ni persecuciones, volviendo a ocupar su cielo con la misma libertad con la que estas aves surcan el aire.
Saturno y Júpiter desde la Casa 7 hacia el Medio Cielo
Otro momento clave en el cielo del 6 de mayo es la conjunción progresada o por atacir de Saturno y Júpiter llegando al Medio Cielo, procedentes de la Casa 7, que en astrología mundial representa a la oposición política, los acuerdos y los enemigos declarados del gobierno.
Este movimiento muestra un cambio de escenario: lo que antes estaba en el terreno de la negociación o el enfrentamiento político (Casa 7), asciende al Medio Cielo, el punto más visible y alto de la carta, asociado al poder, la autoridad y el destino histórico de una nación.
Saturno, el planeta de las estructuras, la ley y el tiempo, trae consigo la seriedad de los compromisos asumidos. Júpiter, asociado a la justicia, la expansión y la legitimidad, aporta un sentido de consagración moral a esta acción.
Ambos juntos en el Medio Cielo sugieren una operación avalada por principios de justicia superior, planificación estructurada y consecuencias históricas. Este ascenso al cenit del cielo representa, también, una posible reconfiguración del poder en Venezuela: lo que antes estaba en la sombra u oposición, ahora toma visibilidad y protagonismo.
El Sol y Mercurio en conjunción con Neptuno: el poder se desplaza y se diluye
Un detalle astrológico especialmente revelador en la carta del 6 de mayo de 2025 es el movimiento del Sol y Mercurio, que vienen de la Casa 6 —relacionada con el aparato burocrático, el funcionariado, los subordinados y el control administrativo del país— y pasan a la cúspide de la Casa 9, donde hacen conjunción con Neptuno.
Desde la astrología mundial, el Sol representa al jefe de Estado, en este caso Nicolás Maduro, mientras que Mercurio se asocia a sus colaboradores, ministros, portavoces y emisarios. Que ambos planetas hayan salido ese día hacia el extranjero, refleja literalmente el movimiento simbólico del cielo: el poder abandona temporalmente el territorio nacional.
La Casa 9 es la casa de los viajes largos, la diplomacia internacional, las alianzas exteriores y las negociaciones geopolíticas. Que el Sol y Mercurio lleguen allí en conjunción con Neptuno, sugiere un panorama cargado de secretismo, ambigüedad y maniobras ocultas. Neptuno puede representar tanto la confusión y el encubrimiento, como la inspiración de una estrategia que escapa al control inmediato de la población.
Ese mismo día, según los reportes oficiales, Maduro y su comitiva viajaron a Rusia para participar en una celebración junto a Vladimir Putin. Más allá del acto protocolar, esta coincidencia astrológica sugiere que se estaba gestando una negociación paralela, probablemente en busca de respaldo, protección o acuerdos que atenúen las consecuencias políticas y económicas que están presentando por su mala gestión y fraude electoral.
La conjunción del Sol y Mercurio con Neptuno también puede ser leída como una pérdida momentánea de control o claridad por parte del poder ejecutivo.
Mientras en Caracas se liberaban figuras clave de la oposición, el liderazgo oficialista se desplazaba —literal y simbólicamente— hacia un escenario externo, tal vez en un intento de reorganizar estrategias o pactar nuevos apoyos en medio del desconcierto.
EL FUTURO: Proyección hacia el desenlace: 2025, un año de ruptura y transformación profunda
Siguiendo la línea del atacir del ciclo de 20 años, iniciado por la gran conjunción de Júpiter y Saturno en Acuario (diciembre de 2020), observamos que en la carta del proceso venezolano esta dinámica se está acercando a un clímax importante.

El 27 de julio de 2025, Júpiter y Saturno alcanzan por atacir el Medio Cielo, marcando un punto de manifestación histórica y visible de estructuras nuevas o renovadas. Este es un momento en que el poder político podría reconfigurarse públicamente, ya no como un proceso subterráneo, sino con consecuencias en la escena institucional y social. Al venir de la Casa 7, este cambio está directamente vinculado a la oposición política, los acuerdos rotos o pactos que llegan a su final.
En octubre de 2025, Plutón, también proveniente de la Casa 7, se posiciona partil en el Medio Cielo. Este tránsito por atacir puede representar una caída de máscaras, una exposición del poder oculto o el colapso de estructuras autoritarias. Plutón en el cenit, tras haber recorrido el ángulo de la oposición, sugiere que la transformación del país no vendrá sin una lucha intensa por el control, pero que el proceso es irreversible.
El momento más tenso aparece hacia finales de noviembre y principios de diciembre, cuando Plutón por atacir hace conjunción a Marte en Aries en la Casa 10 y, al mismo tiempo, oposición al propio Plutón de Casa 7.
Se trata de una configuración altamente explosiva en términos simbólicos, donde los deseos de poder, control y enfrentamiento se materializan con fuerza, decisión y quizás violencia institucional o militar.
Además, el Sol y Mercurio por atacir hacen conjunción a la Luna en Casa 9, mientras que la Luna por atacir se opone al Sol y a Mercurio. Este juego entre el poder político (Sol y Mercurio) y el pueblo o las masas (Luna) puede representar un conflicto entre lo que el liderazgo intenta imponer y lo que la sociedad está emocionalmente dispuesta a sostener.
La Casa 9 sugiere que factores internacionales, exilios o presiones externas podrían jugar un papel clave en este enfrentamiento.
Conclusión: Una puerta hacia la historia
El cielo del 2025 se muestra como un escenario de grandes revelaciones, conflictos inevitables y posibilidad de transformación real. Desde la liberación simbólica de la Operación Guacamaya hasta los movimientos planetarios que apuntan a un colapso del viejo orden, estamos ante un año que podría marcar el inicio de un ciclo nuevo para Venezuela.
La astrología mundial nos recuerda que los astros no determinan, pero sí acompañan y reflejan el pulso profundo de los procesos colectivos. En este caso, los atacires nos están mostrando una secuencia que parece conducir hacia el desenlace de una etapa oscura y la apertura de una nueva narrativa histórica.
Queda en manos del pueblo venezolano y de su red de alianzas internacionales aprovechar esa energía para que el cambio no solo sea inevitable, sino también justo, humano y sostenido.
Puedes ver el interesante análisis astrológico para Venezuela de parte de mis colegas en este video: